Saturday, January 29, 2005

mundito (1)

para mí todo es fatal


(risas)


Wednesday, January 26, 2005

sí sí sí

entonces le dije: "Olvídelo, amigo, yo sólo soy un funcionario"

Tuesday, January 25, 2005

sobre muecas incompletas

Hace más de dos meses alguien tocó fuertemente la puerta de mi antiguo departamento despertándome. Eran las 3 o 4 de la mañana, lo cual no me pareció extraño, estaba acostumbrado a esas interrupciones por el tipo de vida que llevaba, así que me puse el mínimo de ropa necesario para parecer presentable a esa hora y abrí la puerta. Era la sonrisa incompleta, llorando y gimiendo, al parecer la habían corrido de su casa y necesitaba un lugar donde quedarse. No me negué, ni siquiera me hice el difícil, sólo dejé que pasara y volví a mi cama.
El primer signo del desastre ocurrió cuando desperté, la sonrisa incompleta estaba acostada a mi lado. Refunfuñé imperceptiblemente dejándola dormir, y me metí a bañar. Así pasó una semana, sin mayor calamidad, en la que ella se fue instalando a sus anchas en mi recinto. No hice mucho por impedirlo, estaba muy ocupado alejándola de mí asegurándome que lo notara.

La semana culminó en aquel día que espero no olvidar, cuando ella fue a recoger unas llaves al bar donde mi amiga Sony y yo estábamos. No fue mi intención, palabra, que la sonrisa incompleta llegara en un momento íntimo. Ella se hizo notar interrumpiendo con un sonoro "Espero no interrumpir", extendió un brazo pidiéndome las llaves y se las di, sin presentarle a Sony ni decir cosa alguna. Esa noche, cuando subí las escaleras del condominio para llegar al departamento, me topé con Rubens, él me advirtió sobre la condición de la sonrisa incompleta dramatizándola bastante. "Exageras", le dije, antes de que se fuera. Pero no, Rubens no exageró, más bien se quedó corto. Encontré a la sonrisa incompleta riendo y llorando en la sala del departamento, ebria y de vestido alborotado. La llevé a mi cama para que durmiera, ahí, me pidió que durmiéramos juntos. Mi negativa fue tajante, y los gritos comenzaron, no sé en qué momento entre sus lamentos ella se desnudó completamente e intentó salir del departamento. Me escandalicé, la detuve y le puse un suéter, ella seguía llorando, intentaba salir del departamento, tuve que cerrar la puerta con llave, e interponerme. Al hacerlo, lo recuerdo bien, ella dijo: "Pues hay otras formas de salir", y caminó hacia el balcón (mi departamento estaba en un cuarto piso), puso un pie en la mesita que tenía ahí, otro pie en la barda que bordea el balcón y dio el tercer paso en el aire. La detuve a tiempo. Grité todos los insultos que sabía, ella corrió hacia mi recámara y abrió la ventana. Otra vez la detuve y me di cuenta de que no iba a ceder en su intento por salir, tuve que someterla boca abajo en el piso de la sala y sentarme sobre ella, así transcurrió la noche.
En la mañana, la sonrisa incompleta despertó cuando yo estaba listo y vestido para el trabajo, se vistió ella también y tomó sus cosas, bajamos del edificio sin decir palabra alguna. Ya abajo, le dije severamente: "Tu presencia sólo me provoca asco, no quiero volver a verte en mi vida", y continué mi camino.

Sunday, January 23, 2005

un dos tres

No escribo aquí por las mismas razones que antes me hacían escribir demasiado, el péndulo debe de estar fijo en algún punto.

Ayer hubo crisis, y mi cerebro me recompensó con sueños hermosos. Maldito cerebro, parece que no sabe que entre más me dé gusto en sueños aumentará el contraste entre éstos y la realidad. Contraste... es una distancia insalvable.

búsquedas

así se puede encontrar mi blog:


tortura de cosquillas en los pies
cómo hacer unas alas de pastorela
zapato chabelo
rejurgitar
ultraviolencia
hipopótamo
dibujos del bautizmo
para mi amiga imaginaria
acumpuntura en la cara
maquillaje de mimo



no tenía idea...

Thursday, January 13, 2005

Dicen



Que la memoria falla, los recuerdos se distorsionan para adaptarse a la realidad que queremos, sea ésta buena o mala.

Wednesday, January 12, 2005

Razones por las que no

No lo hago porque no puedo darme tres balazos seguidos en la cabeza sin morir antes y sólo así se me antoja

No lo hago porque no puedo

No, porque me tocó ser débil (deja vu)

No, porque sería admitir

No, porque ya no tengo edad para eso

No, porque no me atrevo

No, me da flojera

No, duele

No, no me aceptan

No, sería ridículo

No, aunque quiero

No, porque… chin

No, perdería

No, así no es

No, por mis padres

No, no lo soportaría

No, así estoy bien

No, mi voluntad no me alcanza

No, no va por ahí

No

No

no

Friday, January 07, 2005

Antes de despertar a un lado del chocolate frío y media rosca de reyes

Soñé que remaba en una canoa por un canal en los límites de un mundo fantástico, mis compañeros de navegación eran Aquiles y Hércules. Por un error, y la fuerza de los rápidos naufragamos hacia la realidad, caímos en tierra (en medio de una plaza de toros) y Aquiles, por ser un personaje fantástico, al estar fuera de la fantasía, como pez fuera del agua comenzó a morir. Yo cargué la canoa y unas pastillas de colores que en el mundo fantástico tienen efectos mágicos para cambiar tu cuerpo y sus habilidades (cada color un efecto distinto). Hércules cargó a Aquiles, no sin esfuerzo, puesto que él también es fantástico y no está absuelto de los efectos mortales de la realidad. Corrimos con toda nuestras fuerzas, desesperados porque el cuerpo de Aquiles ya no tenía señales de vida y se estaba poniendo morado. Nos fue aún más difícil puesto que no contábamos con que yo también estaba muriendo.

Thursday, January 06, 2005

Camionazo

m. says:
ayer me ocurrió algo sin precedente
m. says:
algunas personas, como bien sabes, usamos los camiones ruteros
dominica andriano 696 says:
ajam

m. says:
bueno, ayer le hice la parada a un camión, pero no se paró sino 50 metros adelante
m. says:
corrí a alcanzarlo
m. says:
a duras penas me pude subir porque había comenzado a avanzar
m. says:
al estar frente al chofer, para supuestamente pagarle el pasaje
dominica andriano 696 says:
maldito
m. says:
le reclamé: ‘¡Oye, por qué no te paras!’
m. says:
y él, agresivo y buscándome bronca me dijo el famoso: ‘QUÉ’
m. says:
le repetí el reclamo, asumiendo cínicamente que lo que quería el chofer era volver a escucharlo
m. says:
y él dijo: 'QUÉ' otra vez y continuó imperativamente: 'BÁJATE'.
dominica andriano 696 says:
diossssssssssss mio
dominica andriano 696 says:
que hombre más salvaje
m. says:
y yo pensé: (a chingá). y pregunté: ¿Cómo dices?
m. says:
y él repitió con más coraje: '¡BÁJATE!'
m. says:
y me bajé
m. says:
me bajé y corrí lo más rápido que pude
m. says:
porque mientras bajaba había tomado todo el paquete de boletos de camión
m. says:
y a él se lo exigen para comprobar el pasaje
m. says:
hice bien en correr rápido
m. says:
porque el chofer venía tras de mí
dominica andriano 696 says:
jajajajajajaja
m. says:
y no sólo él
dominica andriano 696 says:
me lo juras?
m. says:
lo que no había visto es que el inspector de boletos también estaba ahí
m. says:
entonces los dos me persiguieron por todo condominios
m. says:
estaba asustado
m. says:
hasta que vi que había un tercer personaje persiguiéndome
m. says:
¡Un payaso!
dominica andriano 696 says:
jajajajaja
m. says:
el payaso que estaba en el camión haciendo su show
m. says:
los tres me perseguían por entre los edificios
m. says:
hasta que logré medio perderlos
m. says:
y toqué en la puerta de una amiga (mala idea meter a mi amiga en eso)
m. says:
me metí velozmente en su casa
m. says:
no le expliqué la situación
m. says:
estaba sobre agitado
m. says:
veía todo borroso
m. says:
sólo alcancé a decirle que me perseguían
m. says:
y me metí a su baño para mojarme la cara y calmarme
m. says:
no pensé que me hubieran visto entrar ahí
m. says:
pero parece que el payaso fue el que me vio
dominica andriano 696 says:
y qué pasó¡
m. says:
bueno, mientras que estaba en el baño escuché que tocaron a la puerta
m. says:
reconocí la voz del chofer
m. says:
mi amiga le dijo que nadie había entrado ahí, que estaba equivocado
m. says:
y que todos los edificios se parecen
m. says:
y cerró la puerta
m. says:
salí del baño y mi amiga me dijo lo que acababa de pasar y me preguntó todo
m. says:
se lo dije a grandes rasgos, vio sordeadamente por la ventana y ellos seguían ahí
m. says:
al poco rato volvieron a tocar
m. says:
era la policía, y atrás de ellos estaban el chofer, el inspector y el payaso
m. says:
le dijeron a mi amiga que me habían visto entrar ahí, yo estaba escondido escuchando
m. says:
también le dijeron que yo había entrado al camión a asaltarlo y que merecía ser apresado
m. says:
mi amiga les contestó que estaban confundidos, que no los iba a dejar pasar porque estaba sola y que se fueran
m. says:
la policía insistió
m. says:
mi amiga les cerró la puerta en su cara
m. says:
le hablé a mi hermano y le dije dónde estaba y que me trajera ropa
m. says:
los policías seguían afuera haciendo bola
m. says:
mi hermano llegó después de un rato
m. says:
entró al departamento de mi amiga
m. says:
le dio la ropa y mi amiga le dijo las instrucciones
m. says:
me cambié de ropa y salí por entre un barrote de una ventana atrás de su casa
m. says:
qué bueno que vive en un primer piso
m. says:
me escurrí sigilosamente entre las sombras
m. says:
evadiendo a los policías en bicicleta que seguían patrullando la zona
m. says:
corrí hasta donde mi hermano me esperaba con el carro encendido, me metí arrancó y nos fuimos
m. says:
eso me sucedió ayer
dominica andriano 696 says:
jajajajaja
dominica andriano 696 says:
me lo juras?
m. says:
¡síiiii!



Y ni me pregunten qué pasó con los boletos...

La Doña

una hoja cae, penduleando, regocijándose al vuelo en un extremo de la oscilación, mortificándose en el otro por la incertidumbre de su destino. Llega al suelo, luego nada. el instante de la caída no volverá. sólo queda recordar, hasta mágica se vuelve la precipitación, aquélla que la llevó al suelo.
Añora el cielo, no debe hacerlo. Estoy en el cielo y en verdad digo, maravilloso suelo, sólo desde él se puede ver el cielo.


...

Es otro día, y la pequeña Pandora no se ha quitado la cajota de cartón de la cabeza, lleva una semana con ella, todos se preguntan cómo es que no se aburre, "todos" son los insectos y gatos de la calle, únicos seres que notan la existencia de Pandora. Ella salta, como hoja al viento, de un lado a otro con su caja, el mundo que tiene dentro de ella es todo lo que necesita, lo que está afuera no importa ni existe. Pasan los años, y sigue dentro de su caja, el mundo cambia, mas ella no, no podría, no sabe hacerlo, sólo se sabe ella, el universo más hermoso.

...

Habiendo escuchado y meditado hasta el cansancio la historia de "la caja de Pandora", Na Tseng Piong decide encerrarse indefinidamente en un ataud de madera que sus discípulos han construído para ayudarlo en sus propósitos meditativos. El plan es reducirse a la inacción hasta crear un nuevo universo donde él y sus allegados más devotos puedan vivir en la dicha eterna.
Día Uno. Sin novedad alguna, el ayuno y el control corporal han ayudado a el gran Piong a no necesitar que la mayor parte de sus órganos funcione, a voluntad durmió gran parte de sus sistema digestivo, cabe mencionar que las ideas se han clarificado, haciéndolo llegar a estados de autocontemplación inéditos.
Día seis. Solamente la mente funciona, Na Tseng Piong ha dejado de percibir para empezar a concebir.
Día diecinueve. Na Tseng Piong ha dejado de ser Na Tseng Piong, ahora es el buen Poncho el cartero, no lo detiene ni la lluvia, ni la nieve, ni la lluvia de fuego, ese que en su recorrido le hace muecas a los niños cuando ningún adulto está viendo.
Día quinientos. Es el comienzo, el comienzo el comienzo el comienzo, es el comienzo el comienzo el comienzo, de la eeeeeera de acuario, de la eeeeeeeeera de peras, de la eeeeeeeeeera del café frappé, los comentarios cínicos y la indiferencia global.
Día quinientos uno. Algo anda mal, creo que Na Tseng Piong se ha vuelto conciente de sí mismo y me ha descubierto, esto es extraño, me encuentraba escribiendo esto, tal como en este momento, y de repente, zaz, que Na Tseng Piong me dice -¡Deja de mirarme!, deja de escribir sobre mí, no te burles más, ¡Tú no me creaste! Porque pienso sé que soy, porque siento sé que existo, porque sé es que sé-.
Día quinientos setenta. -Platiquemos-.
Día seicientos diecinueve. Tseng Piong y un servidor nos hemos hecho grandes amigos, jamás me había sucedido que parte de mí cobrara conciencia y se independizara. Tengo tanta confianza en él, que le he dado la libertad, o la ha tomado él mismo, de convertirse en una mujer castaña, ojigris, delgada, de pechos grandes y caderas prominentes.
Día seicientos veintiuno. Soy una una mujer castaña, ojigris, delgada, de pechos grandes y caderas prominentes. Mírenme todos, háganme ofrendas. Los hombres nada pueden hacer más que rendirse ante mi extrema belleza. Soy yo quien toma las desiciones aquí.
Día seicientos veinticuatro. Nada puedo decir que Tseng no perciba, ha dejado de ser mi amigo, se ha tomado muy en serio su papel de diva y se hace llamar "La doña".
Día setecientos quince. Tras un enorme periodo de sutil reflexión, encontré la forma de dañar a La Doña, ataqué con toda mi fuerza comiendo todo alimento con exceso de calorías que pudiera encontrar, comencé con la reserva de helado napolitano del refrigerador del vecino, luego gasté una fortuna en pasteles truffa, fui a cuatro restaurantes con servicio de buffete y comí toda mantequilla del mostrador del supermercado de confianza hasta que me corrieron de éste. Al parecer mi plan tuvo éxito, he provocado que las caderas de La Doña adquirieran proporciones imposibles, haciendo pedazos su autoestima y destrozando su enorme ego.
Día setencientos dieciocho. Estoy preocupado, La Doña no ha parado de llorar en cuatro días, al parecer la caída fue muy grande, imaginar que estuvo en la cima, y ahora, maldita vida, es un ser horripilante, víctima del consumismo, el sobre peso y los malditos estereotipos estéticos de la sociedad.
Día setecientos veintidos. La Doña permanece inmóvil, mira con extraña fijación las puntas de mis dedos. Me pregunto qué tramará.
Día setecijgdfsa$J&% La Doña, Poncho, Na Tseng Piong, corre haciendo uso de sus muslos grasosos y tobillos hinchados hasta la punta de mis dedos, y se precipita hacia el vacío -Ahhhhhhhhhhh- es su último alarido que resuena con voz gruesa en los extremos de mi ser.
Cae como hoja al viento, pendulea y disfruta los que supone son sus últimos momentos de existencia antes de llegar a un destino incierto, donde podrá ver el cielo que no pudo disfrutar.