lugares comunes
tengo clóset
hace años que no me encierro en el clóset
hoy me encerraré en el clóset
todo el mundo piensa en el suicidio, se tiene que estar mal de la cabeza para no hacerlo o no haberlo hecho. frecuentemente me sucede y aunque tengo buen tiempo diciendo que el modo en que me suicidaría es desapareciendo, mi imaginación inmediata, la forma en que me visualizo destruyéndome, es distinta. Siempre es disparando una pistola debajo de mi barbilla apuntando hacia arriba.
hoy me encerraré en el clóset
ayer estaba acostado en mi cama, listo para dormir orta vez. me ganaron sentimientos que no conocía. Abracé y mordí la almohada con fuerza, comencé a gritar hasta quedarme dormido.
sin duda hoy me encerraré en el clóset
hay daño en los ojos, lugares comunes reducen su espacio asfixiando con voces y demencia, se alzan alegres la desdicha y la amargura al encontrar su campo de cosecha, un cuerpo cruje arrastrado en la tierra por las sombras que dicen ser razón, destino y la coordura aprieta sus manos en el cuello de alma frágil. La presencia y la ausencia de un sonido de tu voz bastaría para romperla en pensamientos incoherentes como cristales de espejo llenos de la imagen de un graznido de la siniestra urraca mezzo sorpano al oído del hombre sucio y tembloroso
-¡A dónde me llevan!- pregunta el hombre a las sombras con una voz que se agarra de donde puede haciendo fuerza para no ser arrastrada más allá de sufrimientos conocidos.
Las sombras tarareaban canciones en silencio, oscura tierra húmeda se metía entre los poros del hombre desnudo, él mismo tomó un puñado y se lo llevó a la boca
hoy al clóset
hace años que no me encierro en el clóset
hoy me encerraré en el clóset
todo el mundo piensa en el suicidio, se tiene que estar mal de la cabeza para no hacerlo o no haberlo hecho. frecuentemente me sucede y aunque tengo buen tiempo diciendo que el modo en que me suicidaría es desapareciendo, mi imaginación inmediata, la forma en que me visualizo destruyéndome, es distinta. Siempre es disparando una pistola debajo de mi barbilla apuntando hacia arriba.
hoy me encerraré en el clóset
ayer estaba acostado en mi cama, listo para dormir orta vez. me ganaron sentimientos que no conocía. Abracé y mordí la almohada con fuerza, comencé a gritar hasta quedarme dormido.
sin duda hoy me encerraré en el clóset
hay daño en los ojos, lugares comunes reducen su espacio asfixiando con voces y demencia, se alzan alegres la desdicha y la amargura al encontrar su campo de cosecha, un cuerpo cruje arrastrado en la tierra por las sombras que dicen ser razón, destino y la coordura aprieta sus manos en el cuello de alma frágil. La presencia y la ausencia de un sonido de tu voz bastaría para romperla en pensamientos incoherentes como cristales de espejo llenos de la imagen de un graznido de la siniestra urraca mezzo sorpano al oído del hombre sucio y tembloroso
-¡A dónde me llevan!- pregunta el hombre a las sombras con una voz que se agarra de donde puede haciendo fuerza para no ser arrastrada más allá de sufrimientos conocidos.
Las sombras tarareaban canciones en silencio, oscura tierra húmeda se metía entre los poros del hombre desnudo, él mismo tomó un puñado y se lo llevó a la boca
hoy al clóset
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