¿Acaso la abolición del cansancio demerita la voluntad?

"No lo sé, lo que me importaba al principio era ser incanzable, de alguna forma poder correr con todas mis fuerzas por horas, días, meses, todo el tiempo, sin sentir fatiga, sí, estar despierto sin sueño, ver sin necesidad de parpadear, etc*. La ausencia completa de cansancio en mi cuerpo era lo que deseaba. Ahora, redireccionando mis deseos, me doy cuenta de que la eliminación de algo existente no es lo ideal, no debemos quitar los límites que nos detienen para hacer lo que deseamos, porque ahí quedaría todo, sólo demeritando la existencia de las cualidades. Lo que debemos hacer es todo lo contrario, debemos agregar algo que nos permita sobrepasar esos límites sin que los retos pierdan chiste, algo que mejore nuestras cualidades ya existentes. En este caso, en lugar de abolir el cansancio lo que deseo es una voluntad infinita. ¿Hasta dónde puede llegar una persona teniendo una voluntad ilimitada? Esa sería la próxima cuestión a meditar."

DEMENS, Emelecius. Bitácora del camino fenomenológico de San Leobardo de Brucelas. Ed. Editorial. Pág. 323. Rotterdam, 1823.

*¿Empalagarse al gustar mucho de un mismo sabor es una clase de cansancio?