Friday, June 11, 2004

breve histeria con el guardia tarúpido y su abuela desalmada

Entonces ahí estaba, viendo los trenes pasar. Noté al guardia mirándome, sabía que tarde o temprano me diría algo, ignoraba qué, pero seguro que era una tontería, generalmente sólo para eso te miran los guardias de lugares así. -Es cuestión de minutos- pensaba - en cualquier momento dará un paso hacia acá y...-
-Jóven- dijo con pereza el sr. guardia. -Haga el favor de abordar en el siguiente tren.
Lentamente, dirigí mi rostro al suyo. Contesté con cara de broma.
-Perdón, ¿cómo dijo?
-Que se suba, jovenazo, ya tiene más de una hora ahí, aquí es para el Transpooorte no para sentaaarse.
-Disculpe, pero subiré en el tren que me parezca más conveniente.
Esbozó una de esas muecas que dicen demasiado, por la torcedura de bigote, la posición de las manos y el ritmo acompazado con el que ligeramente se meneaba, adiviné que estaba haciendo su día. Mi respuesta le dio la excusa para portarse todavía más prepotente y quizá utilizar la fuerza. Casi me arrepiento de usar corbata y no llevar macana.

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